La Feria de Albox

La Feria de oportunidades llega de nuevo a Albox

La Asociación de Empresarios y Profesionales de Albox (AEPA), junto al Centro Comercial Abierto El Arriero, pondrán en marcha este próximo sábado, 29 de septiembre, una nueva edición de su tradicional Feria de oportunidades, situada en la Plaza del Pueblo de Albox.

Entre las propuestas de la Feria se encuentra un gran plan de actividades que recoge colchonetas para los más pequeños, actividades infantiles, la música de la charanga ‘No semos serios’ y las actuaciones de Dj Dani y el conocido saxofonista Dani Vikario ‘Saxo live’.

La Feria de oportunidades de Albox podrá visitarse de diez de la mañana a doce de la noche y en él se encuentran instaladas veinte jaimas que recogen puestos de textil, ropa de hogar, calzado, joyería, decoración, ropa de deporte, perfumería y panadería artesanal, entre muchos otros.

Ruta de la tapa

Coincidiendo con la Feria de oportunidades de Albox tendrá lugar una nueva edición de la conocida ruta de la tapa. Esta dará comienzo el 27 de septiembre y concluirá el sábado 29 recorriendo 14 establecimientos repartidos a lo largo del pueblo.

Todas aquellas personas que deseen optar al premio que se sortea en la ruta deberán degustar al menos 3 de las tapas propuestas en esta nueva edición y realizar la votación depositándola en una de las urnas que se encuentran repartidas por los diferentes puntos fijados en el recorrido.

Una vez se haga el recuento de votos, el establecimiento ganador recibirá un premio por parte de AEPA de 100€ en metálico y la distinción de ganador de la ruta de la tapa 2018. Para los participantes se sorteará, el próximo 4 de octubre, un viaje de fin de semana para dos personas con media pensión y spa.

albox rambla

El PP de Albox lamenta que los albojenses paguen el desprecio a la ley por parte del alcalde Francisco Torrecillas

El Partido Popular de Albox, ha exigido explicaciones al Alcalde, Francisco Torrecillas, tras conocerse la sanción al Ayuntamiento por el hormigonado de la rambla de Albox a su paso por el casco urbano, sin autorización e infringiendo la Ley de Aguas de Andalucía.

Concretamente, y tras tres denuncias de los agentes del Seprona, la Delegación Territorial de Medio Ambiente, ha impuesto una sanción de 6.010,12€ y la obligación de restituir la zona a su estado anterior al considerar que se han pavimentado “sin autorización”, 5.800 metros cuadrados mediante una solera de hormigón de un espesor medio de 10 centímetros. Restitución cuyo coste ha valorado la Consejería en 80.485 euros, que tendrá que abonar el Ayuntamiento con dinero de todos los vecinos.

El portavoz Popular, Juan Pedro Pérez Quiles reprocha al alcalde que haya conseguido que una actuación positiva, beneficiosa y tan necesaria para Albox, se convierta en más 150.000 euros tirados a la basura por no haberlo hecho conforme a lo exigido por la ley vigente y con la autorización preceptiva.

Pérez Quiles ha lamentado que los albojenses tengan que pagar una vez más las consecuencias del desprecio a la ley por parte de Francisco Torrecillas y ha señalado que exigirán que se depuren las responsabilidades por el daño económico que supone para las arcas municipales.

No obstante, Pérez Quiles señala que durante la gestión de Torrecillas, no es la primera vez, que el Ayuntamiento ha sido sancionado. A la penalización de la rambla, se suma la sanción de 10.186 euros que hace unos meses impuso la Inspección de Trabajo al Ayuntamiento por contratar a falsos autónomos.

“Hay que acabar con la práctica déspota y autoritaria de Torrecillas y evitar que los albojenses sean quienes paguen los desmanes de este alcalde” asegura el dirigente Popular, que lamenta que “quien tiene que mostrar una conducta ejemplar, con escrupuloso respeto a la normativa vigente, se la salte la ley de manera premeditada y reincidente. Quien debe trabajar para que se cumpla la ley, es el primero que la viola”.

Asimismo, Pérez Quiles pide al alcalde que no acuse al PP de denunciar los hecho, puesto que estas sanciones parten de tres denuncias interpuestas por el Seprona, encargado de la vigilancia de las ramblas, algo que se habría evitado si Torrecillas no hubiera actuado fuera de la ley y hubiera hecho las cosas conforme le hubieran indicado los técnicos de Medio Ambiente. En este caso en particular, Torrecillas ha llegado a admitir en sesión plenaria, que no solicita licencia, porque sabe que no se la van a dar. Imagínense si todos los vecinos de Albox actuaran de la misma manera”.


Se queda con el autobús que le llevaba al colegio en Albox

Paco Guillén Pardo, propietario de 17 vehículos antiguos, es propietario de un Pegaso 5117 de 1981

Ciento ochenta kilómetros de ida –los que separan Granada de la localidad almeriense de Albox– y otros 180 de vuelta, nos ha supuesto la realización de este reportaje. Hacía tiempo que teníamos el contacto de su propietario, Paco Guillén, pero unas veces por él y otras por nosotros, han ido pasando los meses y no queríamos desaprovechar la oportunidad de que también esta serie contase con un autobús singular, pues ya hemos tenido la ocasión de recoger la historia de varios camiones y un par de tractores. Además, nos parecía que tenían un valor especial pues durante un tiempo sirvió de transporte escolar y cuando lo 'jubilaron' pasó a ser propiedad de una autoescuela, por lo que muchos albojenses se han sacado el D con este vehículo que fue fabricado hacia finales de 1981 y matriculado en 1985. Así pues, un caluroso día de agosto pusimos rumbo a Albox, donde previamente habíamos quedado con José María Ávila y su vecino José Luis Salmerón, pues también querían mostrarnos su fabuloso Cadillac Deville rojo, de 1969. Después, siguiendo sus recomendaciones, nos dirigimos hasta el Mesón de Irene en el Polígono Industrial Tardigueras pues nos comentaron que se comía bien y barato, como así fue.

A principio de la tarde, justo al otro lado de la A-334, en una nave próxima a la gasolinera Roque Soto, nos encontraríamos con Paco, que ya nos esperaba con el motor encendido y dispuesto a hacer un pequeño recorrido que nos trasladaría hasta la plaza de San Francisco, frente a la parroquia de la Concepción (s. XVIII), donde terminaríamos de hacer el reportaje gráfico y vídeo para Canal Tamayo, al que se sumaron unos amigos de Paco. Este nos contaría que su afición por los coches clásicos se remonta a su niñez. También, que durante un tiempo trabajaría como mecánico y que lleva dos décadas como técnico de la Junta de Andalucía.

Entre coches

«Recuerdo que el primer coche que tuvimos en la casa fue un Dyane 6, matricula de Almería, que compró nuevo mi padre. Con él aprendí a conducir y es el que hemos tenido casi toda la vida, luego vendrían un GS, y un BX... Mis vecinos, como sabían que me gustaban los coches viejos, me los ofrecían y poquito a poco he reunido 17 coches, entre los que se incluye el autobús. Los tengo guardados en una nave, pues para mi la restauración es un hobby y de vez en cuando participo en alguna concentración», nos responde a nuestra primera pregunta. Después relata que el Pegaso 5117 fue propiedad de un señor de Oria, localidad situada a una media hora de Albox, llamado Gabriel Lizarte. «Este autobús - añade - es el que nos llevaba al colegio todos los días. En mi caso, desde los seis años hasta que me fui al instituto». Durante el curso escolar este vehículo salía diariamente de Oria en dirección a la Rambla y desde aquí iba por todas las barriadas del campo recogiendo escolares que transportaba hasta el colegio Virgen del Saliente, de Albox. Cuando terminaban las clases iniciaba el recorrido inverso. Con la nueva ley que regula este tipo de vehículos y que prohibe la circulación a los que tienen más de 16 años de antigüedad, su propietario lo vendió a una autoescuela, que lo tuvo un tiempo haciendo pista hasta que al final lo abandonaron.

Tanto tiempo viajando en él hizo que Paco le cogiera cariño al autobús y que dada su afición por la restauración decidiera adquirirlo. «Me daba lástima verlo abandonado, por eso hablé con el dueño de la autoescuela y conseguí comprárselo», comenta de este vehículo con capacidad para 40 plazas, aunque generalmente había más chavales que asientos por lo que algunos tenían que sentarse en el capó negro. Paco era de los que le gustaba ir al final, «en el gallinero, haciendo follón», aunque otras le tocaba ir delante pues el puesto dependía de quien llegara primero. Lo curioso es que durante todos esos años, no recuerda que alguna avería le obligase a pararse, pero sí que muchas veces en que la rambla de Oria se cortaba debido a las lluvia, todos estaban deseaban que el autobús no pudiera llegar al colegio, «pero no sabemos cómo lo hacía y dando saltos por el terreno siempre aparecía». De quien guarda muy gratos recuerdos es del conductor, que por desgracia ha fallecido hace unos cuatro meses, hasta el punto de que cuando lo restauró lo primero que hizo fue llevárselo para que lo viera. «El hombre ya estaba bastante mal de salud, le habíamos invitado a la quedada que habíamos preparado con los alumnos del transporte, pero no le dio tiempo de volver a verlo en la puerta del colegio con las puertas abiertas para que el que quisiera pudiera entrar y sentarse», explica.

Raro de conducir

Tras su uso como transporte escolar y haber estado parado varios años, el Pegaso 5117 pasó a ser de propiedad de una autoescuela. Su propietario comenta que «lo habrán tenido unos seis o siete años haciendo pista hasta que compraron otro mejor para carretera, ya que a este hay que hacerle doble embrague y resultaba más pesado para el tema de la enseñanza. También, porque no tiene aire acondicionado». Explica asimismo que lleva un motor 9100, de 10.500 cc y 170 CV, sin turbo y que su consumo está por encima de los 30 litros a los 100 kilómetros. El chasis y el motor es Comet y la carrocería Unicar. Reconoce que «es muy rarete de conducir y que en las cuestas, aunque el motor va muy bien, va flojillo de potencia. El truco es que hay que hacerle doble embrague y darle varios acelerones porque si no te rascan las marchas».

La gama de vehículos 5117 fue una serie de autobuses urbanos y autocares interurbanos fabricados por Pegaso. Contaban con motor diésel de seis cilindros en línea, embrague monodisco en seco de 430 mm de diámetro, cambio mecánico de seis velocidades, dirección servohidráulica, frenos por aire comprimido con dos circuitos independientes, suspensión anterior y posterior con dos ballestas semielípticas. En 1968, Pegaso se hizo con el control de SAVA, adquiriendo su fábrica en Valladolid y en 1990 fue vendida al consorcio Iveco, aunque no cesaron en la producción de camiones y motores para autobuses hasta 1995.