Historia

Por su privilegiada posición geográfica ha sido el paso de diferentes culturas, de las que en la actualidad se pueden encontrar vestigios en los distintos yacimientos arqueológicos existentes.

Albox debe su fundación y poblamiento a los árabes (su nombre significa «la torre» en árabe)​, con una historia ampliamente ligada al esplendor medieval del Reino de Granada desde el siglo XIII. En los estertores de la Reconquista cristiana, en el siglo XV, Albox fue arrebatada a los árabes por las tropas del Adelantado Mayor del Reino de Murcia (Corona de Castilla), Alonso Yáñez Fajardo, e incorporada posteriormente a su Marquesado de los Vélez.

Albox contaba en la época del reino nazarí (siglos XIV y XV) con uno de los castillos más importantes del valle del Almanzora, donde había otras importantes fortalezas como las de Cantoria, Oria, Tíjola, Purchena y Serón. A la conclusión de la Reconquista, a finales del siglo XV, el castillo de Albox, como otros del Reino de Granada, fue destruido ante el temor de que grupos rebeldes (primero mudéjares y después moriscos) pudiesen hacerse fuertes en él. Por su situación fronteriza entre el reino nazarí de Granada y el reino cristiano de Murcia, en este territorio se erigieron varias torres vigía, algunas de las cuales aún se conservan, constituyendo un valioso patrimonio histórico.

En 1518 un fuerte terremoto, con epicentro en Vera, asoló Albox, destruyendo gran parte de las viviendas de la villa.

La villa albojense tomó parte activa en las continuas y pertinaces sublevaciones moriscas, acaecidas en el siglo XVI a lo largo y ancho del Reino de Granada; sería el rey Felipe II el que, tras derrotar a los moriscos, decretaría su expulsión de la comarca y la repoblación de la villa con cristianos traídos principalmente del reino de Murcia, del reino de Valencia y de La Mancha, constituyéndose Albox entonces en concejo municipal o ayuntamiento en el año 1563, bajo el mando del que fuera su primer alcalde, Antón de Andrano.

Aunque el Barrio Alto de San Antonio - con un trazado irregular de calles empinadas convergentes todas ellas en una pequeña plaza central - fue el núcleo originario de la villa de Albox, es sin embargo el barrio de la Loma de San Francisco - denominado así por el antiguo establecimiento de la Orden Terciaria Franciscana - el que más desarrollo y expansión alcanza en los siglos XVII y XVIII. Ello se debe a la vinculación de Albox con trágicas riadas, inundaciones y terremotos que han azotado esta tierra periódicamente.

Un suceso trascendente para Albox ocurrió en 1716, cuando dos presbíteros albojenses fundan una ermita (posteriormente transformada en un gran santuario) en el monte Roel, en la sierra de las Estancias, y comienza la veneración de la imagen de Nuestra Señora del Saliente. Desde esa fecha, no se puede entender la historia albojense sin la profunda impronta de esta advocación mariana.

Durante el siglo XIX el pueblo desempeñó un gran papel en la lucha contra los invasores franceses, de la que se conservan noticias de dos cruentas escaramuzas en los años 1810 y 1811. Fue esa la época de mayor bonanza económica en Albox, gracias a sus telares, a la industria alfarera de carácter artesanal y a la actividad de transporte y comercio de los numerosos arrieros que había en la villa. Es destacable también la actividad económica que ha habido desde la época de los romanos en torno a la extracción y manufacturado del travertino amarillo, una piedra natural de extraordinaria belleza, muy representativa de Albox, que se extrae en las canteras de Los Marcelinos y Los Rincones. La tradición comercial de Albox convirtió a la población en un centro económico entre Baza (Granada) y Lorca (Murcia).

Episodios históricos

Por escritos y legajos de los archivos locales y el de la Real Chancillería de Granada, se puede conocer el pánico del pueblo cuando tuvo que abandonar sus casas semiderruidas por un terremoto para dormir a cielo raso en las orillas de la rambla. Otro episodio histórico fue la epidemia de fiebre amarilla, cuyo foco inicial brotó en Cartagena y se propagó implacable, segando vidas, a través de todos los pueblos del Levante español (Granada y Almería inclusive). También una terrible inundación destrozó Albox el 11 de septiembre de 1891. Otra inundación aun mayor asoló el pueblo en 26 de junio de 1900 provocando 6 muertos y el destrozo de la parte superior del muro de piedra que la Comisaría Regia había construido tras la de 1891.

El alumbrado público a base de electricidad llegó a la localidad de Albox el 8 de enero de 1914, existiendo previamente alumbrado a base de faroles.

El abastecimiento público de agua al núcleo urbano de Albox data de 1963, aunque hubo que esperar hasta junio de 2014​ para que el municipio contase con agua potable de calidad.