Nueva bronca en Albox, ahora a cuenta de las 24 horas de Futbito

Que el alcalde de Albox, impone su voluntad y hace lo que quiere no es nada nuevo. Esta vez es a cuenta de las tradicionales 24 horas de futbito que se llevarán a cabo los próximos 14 y 15 de septiembre, pero en una nueva ubicación, alejada del centro del municipio con el correspondiente perjuicio económico que supondrá para la hostelería local. La idea es trasladar el evento a la zona del centro de Agua y salud, hoy cerrado, llevándoselo de la avenida principal lindante con la plaza de San Francisco.

De nada han servido las peticiones de los grupos políticos en la oposición para que se mantengan las 24 horas Memorial Juan González en el barrio de La Loma, ni las solicitudes de los comerciantes y la asociación de vecinos, ante una nueva decisión del alcalde que cuenta solo con el apoyo de un concejal tránsfuga y la oposición de 15 concejales que a pesar de ello no pueden cambiar las decisiones de Francisco Torrecillas.

En Albox todos los vecinos saben que desde hace dos años, se vienen sucediendo sistemáticamente la pérdida de servicios y el cierre de establecimientos, por la dureza con la que el alcalde rige el destino del municipio.

Al cierre del parque de bomberos, el cierre del colegio Fenoy, el cambio de ubicación del mercado semanal, las multas a establecimientos y particulares, el cierre del gimnasio del centro Agua y Salud, el permanente enfrentamiento con diferentes colectivos, y la subida y aplicación desmedida de impuestos y tasas, ahora se suma este traslado de un evento que cierra las actividades de verano y alrededor del cual se reúnen muchos vecinos que aprovechan su ubicación para que ese fin de semana, sea un fin de semana de ocio para la familia.

Ya hace unos años se intentó cambiar y se tuvo que corregir por el mal resultado obtenido, y esa es la razón de fondo para evitar perjudicar al pequeño comercio local y deslucir un evento de interés deportivo y porque no, social.

Los grupos en la oposición (PP-PSOE), tendrían que hacérselo mirar, ya que a pesar de contar con una abrumadora mayoría, no pueden contrarrestar una serie de decisiones personales que afectan negativamente a los albojenses.

Ambos grupos políticos se han posicionado en contra, pero a día de hoy ha sido inútil.

Situación judicial

En Albox, la judicialización de los problemas, parece haber sido el único medio para detener tanto desaguisado.

Esta semana pasada se ha hecho público que el ex alcalde Rogelio Mena (quien ha cumplido sentencia de inhabilitación de dos años y medio) volverá a sentarse en el banquillo de los acusados este próximo 10 de octubre, esta vez acusado de malversación de caudales públicos.

También al socialista José García Navarro el ministerio fiscal ha solicitado apertura de juicio oral y le pide 11 años de inhabilitación por la supuesta contratación fraudulenta de 10 personas, todas ellas, al parecer saltándose la normativa. A Navarro por el caso Rambla, le piden otros 31 años de inhabilitación y 12 de cárcel.

La situación del actual edil Francisco Torrecillas, parece que tampoco tiene un futuro venturoso, ya que se espera tener noticias en las próximas semanas de dos denuncias que tienen recorrido judicial. La primera es la pérdida de documentación dentro del Ayuntamiento de Albox, cuyo contenido sería la comunicación de CILUS en 2016 del paso de Torrecillas al grupo de los No-Adscritos. En este caso ya han declarado el empleado que recibió la correspondencia que luego desapareció, el interventor y la secretaria municipal. Solo falta que llamen a declarar a Torrecillas.

El otro tema judicial que tiene a Torrecillas como protagonista inmediato, es su confesión de no solicitar licencias para obrar en la rambla de Albox, “porque sabe que no se la van a dar” en referencia a la delegación de Medio Ambiente.

Fuentes consultadas por La Comarca han confirmado que la Junta de Andalucía también actuará contra el alcalde, entendiendo que se está frente a la comisión de los presuntos delitos de prevaricación, desobediencia y malversación. Veremos cómo acaba todo esto, pero mientras acaba, también se acaba con servicios y negocios, que son el motor de la economía del municipio.